Un taller donde la luz y la sombra se volvieron lenguaje. Donde el arte, la ciencia y la naturaleza se unieron para sembrar preguntas, vínculos y nuevas formas de mirar el mundo.
Los niños y niñas de Cuarto año vivieron una experiencia inolvidable en el Jardín Botánico participando del taller de TRAZA, una propuesta que invita a observar con otros ojos, a conectar con la naturaleza desde la sensibilidad y la creación.
Exploraron semillas, ramas, cortezas, frutos, flores y hojas, con todos los sentidos abiertos. Jugaron con texturas, aromas y sonidos, y a partir de las proyecciones de estos elementos, en pequeños grupos crearon historias y cuadros llenos de imaginación.

